sábado, 17 de diciembre de 2011

No lo llames suerte. Llámalo Iker

"Hemos tenido a un portero que ha hecho dos paradas muy buenas, en un momento crítico y eso no es suerte. Suerte es cuando un balón va a entrar, rebota en uno, en otro, en el brazo del portero y no entra. Suerte es que chuta uno, el balón hace una pirueta, da en el palo, el portero no llega y entra. Hoy hemos tenido muchas ocasiones. Hemos tenido mucha efectividad y hemos sido mejores que el adversario. Aunque la verdad es que el resultado no refleja la diferencia de ambos equipos, hemos merecido ganar, pero el resultado podría haber sido más ajustado." Esa era la contestación de Mou a un periodista que le preguntaba si el Madrid podía haber tenido suerte (referido a aquello que dijo el entrenador del Madrid sobre que el factor de la fortuna tuvo mucho que ver en el clásico). Y es que Íker Casillas volvió a deslumbrarnos con dos paradones. En especial uno, que sonó a déjà vu de algo sucedido hace dos años.

El guardamenta fue uno de los más destacados, pero al que yo le haría un monumento es al Ángel del Madrid. Di Maria, que había tenido que hacer un viaje express a Argentina a mitad de la semana por la muerte de su suegro, salió de titular e hizo un encuentro espectacular. Los dos primeros goles salieron de sus botas, con dos pases al hueco a Cristiano y Callejón. Poco después CR7 perforaba por segunda vez la portería de Javi Varas con un golazo desde 30 metros de distancia y antes del descanso Pepe se autoexpulsaba por un tonto manotazo sobre Negredo que suponía la segunda amarilla. El máximo perjudicado de esta acción fue Jose Callejón, que fue el sacrificado para salir al banco por Albiol. Así, se llegó al descanso con un resultado muy duro para el Sevilla, que había merecido más, pero se encontró con un muro guardando la meta.

Para los segundos 45 minutos los de Nervión apostarón por un juego ofensivo von Kanouté y Negredo como referencias ofensivas, pero fue Di Maria (¿Quién si no?) quienb culminó un contrataque con el exterior de su zurda para poner el 0-4 y dedicar el gol a su suegro con una camiseta (ya le caerá la típica y estúpida sanción). Navas puso el de la honra y los de Marcelino se volcarón en ataque, lo que dejó al Madrid jugar con muchos espacios. Así, llegaron el 1-5 y el 1-6, obras de Ronaldo (ya van 21 penaltis sin fallo) y Altintop, que se estrenó como goleador tras un pase de Xabi Alonso. Negredo ponía el 2-6 casi en el descuento para repetir el marcador del año anterior.

Hay que destacar los partidazos de Di Maria, Casillas y Cristiano (con su hat-trick de nuevo es pichichi con 20 goles en 16 partidos de liga), pero no hay que olvidarse del que fue el gran damnificado por la expulsión de Pepe, Jose Callejón. El de Motril volvió a marcar y ya van siete goles esta temporada (2 en liga, 4 en Champions y 1 en copa), lo que nos hace pensar que, en un futuro no muy lejano, éste podría ser un portador de la elástica roja... ¿por qué no? También me gustaría mencionar el encuentro de Benzema. El francés no marcó, pero dio 2 asistencias, provocó un penalti y hizo un choque completísimo en la presión.

Ahora si, la liga se despide hasta el año que viene y Mou pudo decirlo claro a todos sus aficionados: "Si el otro día dije que éramos líderes, hoy digo que somos líderes en solitario". Mención también merecen las palabras de CR7 a Susana Guasch al término del encuentro: "Esto es para callar la boca a los que me critican. Estoy acostumbrado a que lo hagan, pero no pasa nada. Yo estoy concentrado en mi equipo y me da igual lo que hablan de mí". Luego dijo unas palabras que nos recuerdan a unas declaraciones de Luis Figo hace unos años: "Los que me critican no entienden nada de fútbol" Olé, olé y olé...

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