Pues esta inocente acción, que antaño estaba

Así que este es el tema que hoy nos azota en la actualidad de nuestro fútbol. La única manera, en mi opinión, de que esta regla fuera plausible sería contar con una máquina que midiera la intencionalidad de una persona. Como no vamos a someter al polígrafo a un jugador después de cada partido, el tema resulta un tanto inviable.
Y es que yo me pregunto... ¿Qué diferencia hay entre lo que hicieron Xabi Alonso y Gerard Piqué? Lo único que cambia es la manera de forzar esa cartulina amarilla, y en este caso no hay que tener muchas luces para saber que la forma en que la forzó el tolosarra (y como la van a forzar todos más adelante) es más peligrosa para la salud de los jugadores. Éste tuvo la suerte de encontrarse a un jugador del Atlético de Madrid iniciando un contraataque. "¡Me pongo en medio, obstrucción, tarjeta amarilla... y a otra cosa!" debió pensar. Y así fue... complicidad en la cara de Mateu Lahoz y todos contentos.
¡Qué diferente hubiera sido si no lo hubiera tenido tan fácil el centrocampista merengue! Mou no se la iba a jugar de nuevo con las pérdidas de tiempo y seguramente la tarjeta hubiera llegado con alguna entrada fea. Si cambian el reglamento de esta forma es lo que conseguirán. A partir de ahora en vez de pérdidas de tiempo, ¡PATADÓN!

Pues así es el reglamento... Todo el mundo o crítica pero poco o nada se hace por cambiarlo.
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